No podemos permitir...

que nuestra felicidad dependa de un sentimiento ajeno que no depende de nosotros y que puede cambiar de un momento a otro sin aviso previo...

Expectativa vs. Realidad

La mayoría de los días del año son comunes. Comienzan y terminan. Sin permanecer en la memoria del tiempo. La mayoría de los días no afectan el curso de tu vida. 9 de Junio fue un Miércoles.

Ese fue el día en el que tuve tiempo para pensar y reflexionar. Ese fue el día que no quería que termine, porque había llegado a una terrible conclusión.

Las personas se preguntan todos los días "cómo estas?" pero cuantas veces decís la verdad? Le decís REALMENTE como te sentís? Yo no. No suelo ahogar a mis amigos, familiares, compañeros de laburo, a nadie. No digo como me siento realmente, lo que pasa por mi alma. Simplemente no lo hago. Ahí caí que por eso, mucha gente va al psicólogo, y otra, simplemente tiene un blog. Porque la historia es totalmente diferente. A veces las personas escriben las cosas que no pueden decir. Y pasó lo que siempre pasa. La vida.

Por eso estoy acá. Escribiéndote. Es que tengo tanto para decirte. Tanto para contarte. Nunca te lo dije porque tenía miedo de reconocer que soy vulnerable con vos, que a veces me duele tanto la forma que me hace sentir. Y sé que ahora ya no tiene sentido, solo pensé que tenias que saberlo. Así es como pase mis noches, pensando en vos, queriéndote a vos.

Te quería decir que, desde te conocí, supe que eras una persona especial, encontré algo en vos, un algo... que le daba color a todo, que hacia hablar mi alma... que me daba una razón para estar bien, una motivación para llegar a mi casa y poder sentirte cerca aunque sea hablando 5 minutos... que lograba despertarme pensando en solo si te iba a ver... que me ayudaba mucho sin decir una sola palabra... que sacudía la locura más linda que habita en mi... que me hacia querer hablar con vos horas y días enteros... que hacia muy fácil quererte, por eso no lo podía evitar... que rocanroleo mi mundo...

Me cautivas, por eso nunca pude decírtelo. Perdoname.

Estos meses yo perdí el rumbo. Y perder el rumbo se siente como en un viaje... triste. Lo remarco, triste, porque la tristeza es el sentimiento que tuve cuando vi frustradas una serie de expectativas. La angustia es una tristeza que no encuentra el motivo, que es tan honda y profunda que uno no la puede desanudar. El viaje duró unos meses. Hasta que casi de inmediato comprendí que la confusión y el miedo te dicen que afuera hay algo mejor. Algo que vale la pena luchar.

El 9 de Junio, me di cuenta, que la única cosa equivocada con el amor, la fe y las creencias... es no tenerlas.