Supongo que, al final, la vida entera
se resume en un acto de desapego.
Pero lo que más duele...
es no tomarse un momento
para decir adiós.
Jamás pude agradecer
todo lo que aprendí de mis padres
Decirles que, sin sus enseñanzas...
no habría sobrevivido.
pero desearía también haberles dicho:
Gracias por salvarme
Siempre estarán conmigo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario