Pasaron 24 años desde el 86.
5 planteles, 10 presidentes, pasamos del austral al peso.
Apareció internet, llegaron los celulares, cambió el clima, cambió el mundo.
Lo que no cambió es un país, que sigue levantando una copa que está guardada en un vitrina.
Basta del 86.
Basta de seguir hablando de goles a Alemania en el último minuto.
Más de un tercio de la población argentina nació después del gol a los ingleses.
No le interesa el 86, porque está pensando en salir campeones este año.
Dejemos al pasado ser pasado, y démosle al presente la importancia que se merece.
Dejemos de comparar planteles y démosle a nuestro equipo la confianza que necesita.
Lo que importa no es sólo lo que se hizo, sino lo que podemos hacer ahora.
Tenemos a 23 hombres que van a dejar la vida por hacer historia.
Una historia que tenemos que escribir ahora, para no tener que andar mirando lo que ya está escrito.
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