23 de octubre de 2007

La Guerra del Despues

Voy a copiar un extracto que salio en una nota, me pareció interesante compartirla.

La situación en el termino de una relación y las una de las posturas, que por ahi es la solución, hacer algo bien por uno y por el otro.

Parece que no alcanza. Hay que hacer un daño mayor consciente o inconscientemente. Pero saben qué, la inconciencia no puede ser una excusa. Ya somos adultos, así que antes de tirar con balas de resentimiento al otro, pensemos en las personas a las que una vez amamos y que deben seguir haciendo su camino sin nosotros.

La idea no es destruir, sino ser sensato. Y ser sensato hoy es mucho. Porque de insensateces y guerras amorosas están llenas los tribunales del mundo y los programas de televisión.

Entonces, qué les parece si ponemos justicia a nuestras acciones, a nuestros reclamos, antes de causar tanto mal, preocupación, pérdida de tiempo, de dinero y desgaste emocional a la persona que nos acompañó y que una vez amamos, que además tiene que ocupar su tiempo en darle lo mejor a nuestros hijos. Que el orgullo y el resentimiento den lugar a nuestra sabiduría.

Dividamos nuestros bienes con justicia y también con generosidad de ambas partes. Yo no quiero tomar algo que no me pertenece, ni quiero reclamarle al otro algo que me pertenece. Quiero equidad. Y si el otro quiere la guerra, nosotros tratemos de quitarle las armas.
Y si el otro quiere la guerra igual, nuestro trabajo se limitará a tratar que las balas no lastimen nuestros órganos fundamentales. Tratemos de hablar, de ubicarnos, de que la vida que empezamos sea más fácil para los dos.
Protejamos el corazón del otro que bastante dañado está en vez de tirarle tierra sobre el cajón, en el entierro de nuestra relación.
De la manera en que hagamos este cierre, nos encaminaremos a lo que vendrá. Qué mejor que levantar una bandera blanca que siembre simplemente sensatez y paz.

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