3 de enero de 2008

Sin Limites

Los limites son algo jodido que todos tenemos, son jodidos porque dependen de uno, y siempre fue así y va a ser siendo así.

Cuando pienso en limites se me vienen estas dos cosas, estas que mas me acuerdo, aunque sé que van mucho mas allá.

1. El histeriqueo resulta ser algo embarazoso, delicado desde que empieza, hasta que termina, un punto sutil de mas lleva a que deje de ser copado para convertirse en punzante. Y pasa que cuanto mas cerca del limite, se siente mas excitante y vibrante. El doble filo, fogonea y corta. Acá mi limite, no es tu limite, y tu limite, no es el mio. Ya se sabe que pasa, cuando se cruza, no?

2. Desde mi adolescencia quiero jugar a que puedo lograr todo lo que me proponga, no quiero ponerle limite a nada. Si todo resulta así, dejalo ser, vivilo, hasta estimulalo para que no tenga limites. Desde cualquier ámbito, hacelo.
No quiero pensar que esto no se puede cambiar. No quiero pensar que no puedo ir mas allá. No quiero pensar que el amor solo es lo que veo en las relaciones cercanas que parecen fracasar una y otra vez. No quiero creer que las personas son realmente malas y no pueden cambiar. No quiero creer que yo no puedo crecer todo lo que quiera. Hay mil cosas que no quiero creer y a todo eso no le pongo ningún limite.

No hay comentarios.: